Cata Vinos de California

El conocimiento es una vid que necesita dos elementos fundamentales para seguir creciendo. El territorio donde se asienta, que dotará de carácter sus frutos, y un viñador que tenga claro hacia donde quiere dirigir sus logros.

Ayer la Asrm consiguió uno de esos extraños momentos mágicos que el vino es tan amigo de regalar. Un territorio, llamado Andrés Maza, cargado de sensibilidad y admiración sobre lo que viene sucediendo en la California vinícola, y un agua, sedienta por seguir conociendo y, en la más hermosa de las metáforas, poder seguir siendo regada para expandir lo que el vino puede dar.

Además de toda esa extraña conjunción, la extensísima cata, con un listado de 18 vinos que a última hora se veía ampliada con dos joyas más, una organización admirable, por cómo se han conseguido los vinos para la cata, valorados en la nunca despreciable cifra de 5.000€, para acoger a los 51 miembros que pudieron acercarse, mediante las palabras y los vinos, a una de las zonas más valoradas del mundo, donde quedó claro que el precio de los vinos es una estrategia de mercado para un público nacional que bebe el 75% de lo producido, y es mucho lo producido: 3.300 millones de botellas.

La cata se agrupó en variedades de uva. Chardonnay, Pinot Noir, Zinfandel, Bordeaux Blend y Cabernet Sauvignon. Y los dos vinos añadidos a última hora fueron el Special K y Double lucky 8, aportados por Andrés Maza y su buen amigo Ramón, coleccionista y generoso compartidor un momento emocionante.

Mayo se cierra con una cata colosal, única, por la dificultad en haber conseguido muchos de los vinos degustados. Aún quedan dos actos para el mes de Junio, que tendrá un colofón, seguramente, tan emocionante como el vivido ayer tarde, durante algo más de tres horas.